Sesiones Online y Presencial

Cada paciente nuestro es atendido con un enfoque holístico hacia la salud y el bienestar mental. Creemos que la espiritualidad es una actitud mental, que cuando se practica, puede hacer que las personas se sientan más calmadas y tranquilas. Nuestro trabajo promueve la compasión, la bondad, el amor, la tolerancia y el perdón.

Cada persona tiene su forma de ser, pensar y actuar. Cuando nos preguntamos por qué soy así, debemos preguntarnos también qué me ha llevado a ser así. Si nos vamos a los orígenes, podríamos decir que la infancia suele ser una de las etapas donde se generan mayor cantidad de traumas y experiencias negativas que tendrán repercusión en un futuro. Tratarlos desde la raíz, recordando el origen del daño, es la única forma de superar estos acontecimientos y seguir avanzando. 

La mayoría de personas que acuden a terapia lo hacen porque sus pensamientos o su comportamiento les está causando problemas. Contemplar únicamente nuestra forma consciente no nos ayudará a entender el ¿por qué? de nuestra actitud y, por ende, seguiremos siendo infelices.

Nuestro enfoque hace referencia a la terapia psicológica que integra la mente y el espíritu con el cuerpo. Defiende que el cuerpo se ve afectado por nuestros pensamientos y emociones y, por este motivo, tenemos que aprender a conocerlas y entenderlas. Para poder erradicar o minimizar un problema, es necesario acceder al inconsciente e integrarlo con la consciencia plena.  

Esta terapia está indicada para todo tipo de personas y casos, y se trabaja de forma individual, en pareja, familia o en grupo, según las necesidades de cada individuo. Nuestra orientación contempla la totalidad del ser humano y, por ende, no deja de lado ningún aspecto. Puesto que en muchos trastornos psicológicos y traumas de las personas suele haber varios componentes del inconsciente. Nuestro objetivo es que los pacientes realicen esta terapia como medio de autoconocimiento y sanación del interior. 

Recordemos que,  la raíz de la condición humana es una combinación de cuerpo, mente y espíritu. Es importante dar esa mirada, para así poder lograr un equilibrio saludable entre la salud emocional y la física. Cuando una persona aprende a través de la terapia, a integrar sus creencias y recursos espirituales en su vida diaria, puede entonces utilizar esos conocimientos para enfrentar mejor las crisis y para su crecimiento y su bienestar a largo plazo”.